¿Qué es el despertar de consciencia?

Es un cambio profundo que experimenta el ser humano en su evolución en algún momento determinado de su vida.

Estos cambios se manifiestan de diversas maneras y sucede sin aviso y va más allá de nuestra comprensión inmediata. Lo que notamos es una sensación de que las cosas ya no las sentimos igual que antes, cambia nuestra perspectiva de vida, nuestro enfoque en lo que queremos y comienza por ende a cambiar también nuestro entorno y a comportase distinto a como lo venía haciendo pues «nosotros» también estamos distintos.

Muchas veces no sabemos explicar lo que nos pasa, no podemos llenar esos vacíos mentales de «entender» o querer entender lo que sucede, esto nos puede traer inicialmente muchos conflictos internos y mucha confusión que se irá disipando poco a poco a medida que no nos resistamos al cambio y nos entreguemos al proceso naciente.

Las formas en que estos despertares se dan son muy diversa, digamos que es única para cada persona, pero hay aspectos que son comunes en los despertares y que son como dijimos el cambio y el sentir la vida de forma diferente a cómo lo veníamos sintiendo.

¿Cómo saber si estamos frente a nuestro despertar de conciencia?

El despertar tiene infinitas maneras de manifestarse, tantas como seres habremos en el planeta.

Pero ¿cómo podernos identificar que está sucediendo esta manifestación en nosotros?

Lo que marca el despertar es «el cambio», es como cruzar una puerta que nos pone del otro lado de una realidad distinta a la que estábamos experimentando. Lo primero que debemos hacer es no analizar estos cambios, pues eso nos lleva irremediablemente a comenzar a juzgarlos, entonces los catalogamos como bueno o malos, suerte o desgracia, o nos preguntamos si podría ser o haber sido de otra manera.

Pues bien, debo decirte que esto no conduce a nada, y lo digo por experiencia propia pues estuve mucho tiempo inmerso en esta actitud, hasta que «aprendí» que no es por ahí el camino. El camino cierto es comenzar a «aceptar» esta etapa de cambios de una forma abierta, queriendo saber el «para qué» más que el «por qué», y esto lo hacemos interiorizándonos en el proceso, yendo hacia dentro y siendo atentos observadores de cuánto nos va aconteciendo, luego las respuestas y las certezas que necesitamos irán apareciendo en ese estado de «observación consciente», de entrega y aceptación.

Volviendo al tema de cómo identificar nuestro despertar, diré entonces que los cambios internos, los cambios en el sentir y el cambio en tu entorno son lo más relevante. Esto se ve en que tu manera de ver las cosas, cambian, pueden aparecer ganas de hacer actividades que nunca hiciste, puedes sentir ganas de hacer las cosas cotidianas de manera diferente a como lo venías haciendo, puedes sentirte solo/a e incomprendido/a al comienzo, (pues es un camino muy personal e íntimo).

Otro denominador común por el cual identificar que tuvimos un despertar es que siempre son expuestos por una «experiencia» o una secuencia de «experiencias», y acá es dónde la lista se vuelve larga pues responde a las vivencias que cada uno tenga. Pero por dar algunos ejemplos, vamos a nombrar algunas experiencias que he conocido.

Puede ser algún accidente que tengamos y que nos haga rever nuestra forma de vida, se puede dar con la muerte de un ser querido o de alguien cercano a nosotros, puede ser un problema legal o económico que nos haga replantearnos cambios y reforma en nuestro estilo de vida, puede ser alguna enfermedad que nos quite de nuestra actividad por un tiempo, a veces se da por un «gran susto» a causa de algún posible accidente o una posible enfermedad.

Tampoco quiero que ahora se pongan a repasar todo lo que les pasó para ver si eso fue el disparador de un despertar.
Debo puntualizar aquí que estos son meros ejemplos dentro de infinitas posibilidades, y lo más importante es decir que un «despertar» lo vamos a identificar por el «profundo sentir» al que nos hace llegar y tocar.

Todos hemos tenido y pasado por algún tipo de «experiencia fuerte» pero no quiere decir que esto sea la antesala de un despertar o de un gran y profundo cambio interior.

Es verdad que vivimos para aprender a través de las experiencias y sabemos ahora que ante una experiencia fuerte hay algo que se revela ante nosotros para ser aprendido. Quizás estas sean una «oportunidad» para un despertar, pero cuando esto acontezca lo sabremos porque sentiremos un profundo cambio en lo profundo de nuestro sentir.

Espero estas palabras te ayuden y nos hayamos acercado más a conocer sobre esta experiencia de vida. Seguiremos hablando más sobre ello…

Que hacer luego del Despertar de Conciencia

Ahora sabemos que es un despertar y como identificarlo, entonces nos surge la pregunta de ¿qué hacer luego?

 Muchas veces, muchas personas quedan o mejor dicho quedamos perdidos, confundidos y frustrados. Te voy a contar por qué sucede esto y que podemos hacer para revertir estos sentimientos.

Un despertar nos abre las puertas hacia otras realidades que no teníamos hasta el momento presente, nos derriba barreras y nos abre o nos amplía los límites que teníamos marcados, muchas fronteras desaparecen y aparecen otros muchos caminos por tomar, entonces es lógico que suceda cierta confusión o cierto agobio, entonces sentimos y decimos «pero esto me está complicando más la vida», y si bien es un sentimiento muy real, también es cierto que nos abre nuevas posibilidades y nuevas aventuras por probar. Y en ellas tienes que embarcarte, pues la acción y el movimiento son los medios para continuar experimentando y «saboreando» esa expansión de conciencia. 

La inacción y el quedarse quieto es una opción que poco a poco apagará ese despertar llevándote nuevamente a tu mundo anterior ya conocido. Y esto no estará mal, si así lo decides pero no es el camino que tu conciencia ha elegido para expandirse. Entonces continuará con el aprendizaje y la experimentación como lo venía haciendo hasta ahora.

Pero si te insertas en el vínculo que produce tu despertar, descubrirás otros matices y colores que la aventura de la vida tiene para ofrecerte, y es por supuesto, también un camino de aprendizaje y experimentación, pero de otra forma y con otras reglas.

Para ello no hay una formula pues cada experiencia es única, pero sí hay ciertos nuevos parámetros que debes seguir o intentar poner en práctica.

Primero mantente observador de ti mismo, tente paciencia, intentar comprenderte desde tu centro y no desde las emociones que florecerán. 

Segundo, pide ayuda a quien sepas que haya pasado o ya haya tenido un despertar.

Infórmate, lee mucho sobre lo que te interese, haz cursos, iniciaciones, rodéate de gente con tu misma vibración y nuevos intereses. Pero sobre todo recuerda que el camino es de adentro hacia afuera, por tanto, intenta conocerte más a ti mismo, se honesto con lo que sientes, hazle caso a lo que tu cuerpo te dice, muévete a pesar de tus miedos, cultiva la compasión, el perdón, el no juzgar.

El por tanto un camino de inicio de un nuevo auto-conocimiento, de un re-descubrise, de comenzar a conocer al gran Ser que llevas dentro, al maestro que hay en ti. Sentirás ganas de descubrir tu misión vida, de conocer tus dones y ponerlos al servicio para llevar una vida de plenitud enmarcada en un estado de felicidad y servicio por el prójimo.

Conocerás en el camino a muchos maestros que serán necesarios para guiarte y orientarte pero recuerda que el verdadero propósito del despertar es que descubras y conozcas al maestro que tú mismo llevas dentro, para desde esa cualidad saber que tienes para aportarle al mundo.

Cada salto genera cambios y nos muestra otras realidades a la cual nos podemos dirigir, nos enseña a vivir desde otras perspectivas que no teníamos en cuanta hasta ahora y nos propone cruzar límites propios y derribar fronteras del entorno.

Cuando estás en esta etapa, quizás como en todas las demás, pero principalmente en esta, te tienes que entregar a vivirla, a sentirla y experimentarla en toda su magnitud, cuando más te resistas, cuando más la evadas, más cuesta arriba se hará.

Luego, por supuesto, tu libre albedrío de decidirá qué quieres hace al respecto, pues está lo opción de negarla y quedarte dónde estabas y cómo estabas, pero la opción y la oportunidad del salto, está abierta y presenta para todos los seres conscientes y evolucionados.

Puede que pienses que no es tu momento o que no tienes las fuerzas para realizar este salto ofrecido, pero esto es una percepción limitada por nuestras creencias y nuestros miedos, porque si este salto se presenta es porque podemos y estamos preparados evolutivamente para sortearlo y seguir adelante.

A diferencia de un aprendizaje karmático, el aprendizaje mediante un salto de conciencia nos permite subir un nivel en nuestra vida evolutiva, nos permite comprender un poco más de que se trata, nos da mayor sabiduría frente a la vida.

Otra gran diferencia es que no es algo reiterado como ocurre con la experiencia karmática, pues se abre a partir del salto, nuevas realidades, y experiencias desconocidas en nosotros.

 Muchas veces esto hace que sintamos un vacío, pues no sabemos a dónde vamos y que obtendremos, pero si supiéramos esto, no sería un salto cuántico, pues aquí aprendemos del presente y de lo nuevo y diferente que esté presente nos ofrece.

Bendiciones.

Deja un comentario